¡Peligro, dietas relámpago!


Los riesgos involucrados en los regímenes alimentarios rápidos

 

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“¡Pierde tantas libras en tantos días!”, así dicen infinidad de anuncios. Así de boca en boca en boca en las oficinas una compañera le dice a otras, “bajé tanto comiendo solamente de esto”, creando un discipulado que no sabe que en meses les regresará a todas el peso y les será más difícil bajar por el trastorno infligido al metabolismo, lo que le llaman "el yoyo". Y esos son los casos “bobos”, porque los hay en los que llagan a haber graves daños a la salud, incluso la muerte.

Aquello que pones en tu mesa puede hacer una diferencia tan grande como aquella entre existir y no hacerlo. Y es por eso que no puedes alimentarte irresponsablemente. 


Muchas de estas dietas, basadas en creencias sin fundamento científico, pueden llevar a serios desequilibrios en el organismo, con repercusiones adversas en varios grados para la salud.


Entre ellas podemos encontrar estos ejemplos:


• Dietas pobres en proteínas- Se pierde peso a expensas de la masa muscular y de proteína visceral (la que forma parte de los órganos vitales: corazón, riñones...), desciende la presión arterial e incluso se han dado casos de arritmias cardiacas intratables.
• Dietas altas en proteínas y bajas en hidratos de carbono- Ésta puede ocasionar descalcificación ósea y daños renales por exceso de nitrógeno. También pueden causar fatiga y mareos por falta de hidratos de carbono, ya que la glucosa es la fuente de energía preferida por el organismo. Además, estos regímenes provocan a una gran pérdida de líquido y electrolitos, que lleva a la deshidratación, y elevan los niveles de colesterol y triglicéridos, factores de riesgo cardiovascular.
• Dieta rica en grasa y colesterol- Es una de la más peligrosas. Se basan en una reducción en la ingesta de hidratos de carbono, que se sustituyen por grasas. Ésta puede llevar expreso a una enfermedad cardiovascular, además de que el peso se recupera en seguida que se abandona.

Otros efectos que pueden provocar son...


• Déficit de proteínas, vitaminas y minerales por la falta de consumo con los alimentos.
• Efectos psicológicos adversos. Trastornos de conducta.
• Al terminar la dieta podría haber un metabolismo más lento, lo que ayuda a mayor ganancia de peso.
Amigo, amiga, una sana alimentación, asesorada por un nutricionista, no tendrá resultados inmediatos, pero estos serán en verdad duraderos, y, más que nada, saludables. ¡Te lo garantizamos!

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