El "sándwich"








Una excelente opción para el ajetreo diario




Sándwich de espárragos y pimientos asados

Ingredientes:

2 rebanadas de pan integral
1 pimiento asado
1 lata de espárragos verdes
1 cebolla
Mayonesa (sin huevo)

Procedimiento:

Pasar mayonesa a una de las rebanadas del pan y coloca encima los espárragos escurridos y partidos a la mitad. Picar en tiritas el pimiento rojo asado y la cebolla en aros. Cubre con la otra rebanada de pan. Por ser todos los ingredientes húmedos es aconsejable consumirlo enseguida, ya que el pan se mojaría y extropearía la calidad. Puedes añadir queso suizo si deseas.


Sándwich de ensalada de huevo


Ingredientes:
2 huevos duros
½ cebolla picada en trozitos pequeños
½ pimiento verde picado en trozitos
mayonessa a gusto
sal a gusto


Procedimiento:

Majar los huevos duros hasta tener una consistencia suave. Agregar la mayonesa, la cebolla y los pimientos en trocitos. Añadir un poco de sal. Servir sobre el pan tostado. Puedes añadir una lasca de queso americano si lo deseas. 

Sándwich de jamón y aceitunas

Ingredientes:

8 tajadas de pan
4 tajadas de jamón
2 cucharadas de mayonesa
¼ cucharadita de curry
¼ cucharadita de mostaza
4 aceitunas grandes picadas
4 cucharadas de queso crema

Procedimiento:

Mezcla la mayonesa, el curry, la mostaza y las aceitunas con el queso crema. Colocar la mezcla y el jamón en el pan y servir.

Sándwich de salmón ahumado y queso crema

Ingredientes:
2 rebabadas de pan
4 lonjas de salmón ahumado
espinaca
queso crema
semillas de sésamo


Procedimiento:

Poner en el pan una lonja de salmón, agregar el queso crema y las hojas de espinacas. Espolvorear semillas de sésamo. Si gustas puedes añadir alcaparras.


Sándwich vegetariano

Ingredientes:

6 rodajas de tomate
4  rodajas de cebolla
3 rebanadas de pan integral
1 cucharadita de mayonesa
1/2 cucharadita de mostaza de Dijon
1/2 aguacate
2 cucharadas de jugo de limón
1 taza de alfalfa
1/4 taza de queso parmesano rallado
2 setas frescas picadas
2 rebanadas de queso feta
Sal y pimienta a gusto


Procedimiento:

Pela el aguacate, córtalo en rodajas finas y sazónalo con pimienta, sal, jugo de limón y resérvalo. Tuesta las rebanadas de pan por un lado, una vez listas, úntales la mezcla de  mayonesa y mostaza de Dijon.

Ahora arma tu sándwich: una rebanada de pan, tres rodajas de tomate, dos rodajas de cebolla, otra rebanada de pan, rodajas de aguacate, un poco de alfalfa, queso parmesano rallado y cierra con otra rebanada de pan. Para finalizar, coloca la rebanada de queso feta y las setas. Puedes comerlo frío o caliente.


Reuben tradicional

Ingredientes:

2 rebanadas de pan
2 cucharaditas de mantequilla
2 cucharaditas de aderezo ruso o ‘Thousand Island’
¼  repollo agrio
¼ libra de ‘corned beef’ o pastrami rebanado
Queso suizo a gusto


Procedimiento:

Agrega la mantequilla por uno de los lados del pan, y coloca ese lado sobre la sartén. Añade el ‘Thousand Island’ en el lado seco y luego el repollo agrio. Posteriormente, agrega el queso encima y la ‘corned beef’. En la segunda rebanada de pan, añade una cucharadita del aderezo y colócale encima la ‘corned beef’.



Sándwich de mezcla

Ingredientes:

Pan en rebanadas
1 lata de jamonilla
1 pote de cheez whiz
1 lata de pimientos morrones
1/3 de taza de leche

Procedimiento:

Pica la jamonilla y los pimientos morrones en trocitos. Viértelos en el procesador de alimentos y poco a poco echa el queso y la leche. Cuando todos los ingredientes estén unidos, servir la mezcla sobre las rebanadas de pan.

¿Por qué el cardiólogo?

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La importancia de visitar a tu doctor del corazón


Hay varias razones por las que es literalmente vital que vayas a la consulta del cardiólogo. Una muy sencilla. 

Y es que la mínima falla en el corazón podría ser el final de tu presencia entre los vivos, una pausa en este órgano podría significar que ya no existes. Y otra que es muy hermana de esta es que con los años y los estilos de vida esa “bomba de la vida” y aquella rama de vasos a la que le sirve, conocidos en conjunto como el sistema cardiovascular, va perdiendo capacidades y condición física, casi siempre desde los 40 años en adelante (o en la aparición de la menopausia en las mujeres). 

Y si el caso es un corazón que ya ha estado enfermo o perteneces a una familia en la que las enfermedades de este órgano han aparecido y se han llevado, incluso, a seres queridos, pues no creemos que debamos intentar mucho convencerte de que es una básica responsabilidad para con tu salud. 

De hecho, cuando se llega a la mediana edad y hasta antes es que se van dando dos fenómenos sutiles, que de primera intención casi ni se sienten, para terminar siendo de los peores asesinos del mundo occidental: la hipertensión (el aumento en la presión sanguínea) y la arteroesclerosis (el endurecimiento, pérdida de elasticidad y obstrucción en las arterias). E incluso, si llegas a pasar de esa etapa y llegas a la tercera edad, pueden las condiciones cardiacas seguir significando un peligro, siendo en la mayoría de las ocasiones la verdadera causa cuando un ser humano muere “de viejo”. 


Pero veamos esto del lado positivo. Con un diagnóstico oportuno puedes no sólo evitar que una condición del corazón llegue a consecuencias graves, sino que puedes dotar a tu vida de gran calidad para hacer todo aquello que quieres sin preocupación, al lado de los que amas, y uno que otro que no. Como te dijimos antes, desde los 40 debes ir al cardiólogo con regularidad, pero si has tenido algún evento del corazón, un pasado de enfermedades cardiacas, o existen estas en tu familia, debes ir ya desde los 35. 

Tú doctor te examinará a fondo, con el fin de encontrar todas las anomalías posibles. Debes ir también enseguida que comiences a padecer la sensación de quedarte sin aliento, dolor en el pecho o una taquicardia, o subes dos pisos en escalera y tienes que detenerte a recobrar el aliento. También cuando sientes fatiga sin ningún motivo, o padeces de dolores de cabeza insistentes. Y claro, de nada te valdría ir a tu cardiólogo si no acompañas las consultas de un estilo de vida óptimo que goce de alimentos saludables, moderación en el consumo de bebidas, descansos y cierta distancia de situaciones estresantes. 


Si no, pues no hay doctor de corazón que valga.

Alimentos anticáncer

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21 alimentos que te ayudan a evitarlo

 

 Los expertos aseguran que el 50 por ciento de los tumores podrían evitarse con una dieta adecuada. Prevenir siempre ha sido mejor que curar y en el caso de enfermedades tan graves como el cáncer llenar la despensa con alimentos que están demostrando tener propiedades anticancerosas puede rendirte excelentes resultados. 

 • Aceite de oliva: La grasa monoinsaturada protege del cáncer colon-rectal. Al actuar sobre los ácidos biliares, el aceite de oliva disminuye el riesgo de evolución de la mucosa digestiva a adenoma o carcinoma. Al mantener flexibles las arterias, mejora la circulación y oxigenación de todos los tejidos. 

• Agua: No es un alimento, pero no podemos vivir sin ella. Mantiene las células vivas, regula muchas funciones y favorece la eliminación de toxinas. .

• Ajo y cebolla: Contienen alicina, un compuesto rico en azufre que actúa como depurador del hígado, eliminando las sustancias tóxicas que se acumulan en la sangre y tejidos. El ajo se une a las toxinas, neutralizando sus efectos en las células. 

• Algas: Son depurativas, ricas en minerales y vitaminas, y contienen fibra. Constituyen una comida habitual en países como Japón, donde hay incidencia de cáncer de mama. Algunos especialistas las recomiendan para a eliminar los efectos secundarios de la quimio y la radioterapia por sus efectos reforzadores del sistema inmunológico.

 • Arroz integral: En Japón es objeto de numerosas investigaciones contra el cáncer. Al ser una semilla, contiene inhibidores de la proteasa que parece que retrasan la aparición del cáncer. En el salvado de arroz existen sustancias anticancerosas que parecen proteger del cáncer del colon, mama y próstata. • Berenjena: Como otros vegetales de color violeta, contiene sustancias anticancerosas que parecen proteger a las células de las mutaciones que provoca el cáncer. 

• Cítricos: Es conocida su riqueza en vitamina C, son antioxidantes y estimulantes de las células de defensa. Además, no hay que olvidar que contienen flavonoides, protectores de los capilares sanguíneos que mantienen las membranas permeables y oxigenadas. 

• Coles: El brócoli, repollo, coliflor, berros y rábano no deben faltar en la mesa, son un cóctel antitumoral, refuerzan las defensas, eliminan los radicales libres y protegen las células. 

• Fresas: Son interesantes por sus efectos depurativos. Ayudan a limpiar el organismo de toxinas, contienen fibra, minerales y vitaminas. 

• Frutas del bosque: Las moras, arándanos y grosellas son ricas en un pigmento morado llamado antocianina que tiene un gran efecto antioxidante. También son ricas en vitaminas A y C, minerales, pectina y ácidos vegetales. Se están estudiando los efectos preventivos de estas frutas en el caso de la leucemia. 

• Frutos secos: Las nueces, avellanas, almendras y pipas de girasol son una fuente de vitaminas B y E, y minerales como el magnesio, manganeso, selenio y zinc. Con una pequeña cantidad se asegura un buen aporte de antioxidantes. 

• Legumbres: Lentejas, garbanzos, guisantes y judías pueden ser un elixir anticancerígeno. Las legumbres son muy ricas en fibras e inhibidoras de proteasas que previenen contra los tumores de mama y colon principalmente. 

• Manzana: Contiene ácidos clorogénico y elágico que bloquean la aparición de cáncer en experimentos con animales. Al tener pectina, la fibra también actúa favoreciendo la eliminación de toxinas a través de las heces. 
• Melón: Es rico en beta carotenos antioxidantes y contiene muy pocas calorías para mantener a raya los tumores relacionados con la obesidad. 

• Miel: Tiene propiedades antisépticas, por lo que es útil para evitar las infecciones asociadas al descenso de la inmunidad que conlleva el tratamiento con quimioterapia. 

• Pescado: Los ácidos grasos Omega 3 además de ser beneficiosos para el corazón y las arterias también se utilizan para mejorar el estado de las personas con cáncer. 

• Pimientos: El color amarillo, rojo y verde de los pimientos es la señal de su riqueza en beta carotenos junto a la vitamina C; ambos son antioxidantes y protectores de las mucosas. También contienen capsaicina que bloquea los compuestos precancerosos que aparecen en la carne y pescados ahumados y curados. 

• Remolacha roja: El color morado de la remolacha roja esconde un potente regenerador celular, las betaínas. 

• Setas chinas: Las setas tipo maitake, shiitake y reishi se utilizan en la medicina tradicional china para reforzar el sistema inmune por la presencia de unos compuestos llamados betaglutanos que estimulan la fabricación de interferón natural, un eficaz anticancerígeno.

 • Soja: Las mujeres orientales tienen menor riesgo de padecer tumores de mama y ovario. Parece que la dieta rica en soja y sus derivados como el tofú, tempeh, miso o seitan es responsable de su invulnerabilidad. La soja contiene genisteína, inhibidores de las proteasas e isoflavonas, protectores frente al cáncer de mama. 

• Te verde: Contiene poli fenoles, que anulan los efectos de los nitros aminas y tiene poderes antioxidantes. Es un poderoso protector contra las radiaciones ambientales. 

• Tomate: El tomate crudo es muy rico en licopeno, un caroteno que le da el color rojo y que ha demostrado su papel protector frente al cáncer de próstata. También contiene otras sustancias en la piel y en las pepitas que tienen efectos anticancerígenos. 

• Uva: Las uvas con piel y pepitas contienen antioxidantes como el resveratol que bloquean los agentes cancerígenos y el crecimiento de los tumores. 

• Yogur: Las bacterias beneficiosas que contiene el yogur ( acidófilos, lacto bacilos) regeneran la flora intestinal y evitan la aparición de productos tóxicos en la digestión. Muy útil para prevenir el cáncer de colon, pero se recomienda para todo tipo de tumores. 

• Zanahoria: El color naranja se debe a su riqueza en beta carotenos, conocido antioxidante. Es el vegetal protector de los fumadores por su capacidad para regenerar las células del epitelio respiratorio. 

• Espárragos: El espárrago contiene lignanos (3 microgramos por gramo), una clase de fitoestrógenos con efectos a nivel de vasos sanguíneos de pequeño calibre, que parecen ejercer un papel beneficioso en algunas enfermedades vasculares degenerativas como la angiodisplasia, que es común en los ancianos y provoca hemorragias gastrointestinales, aunque este es un campo que está aún por investigar. Además, los lignanos al igual que los flavonoides, participan en otras funciones ya que tienen una débil actividad estrogénica y compiten con los compuestos estrogénicos normales no permitiéndoles promover el crecimiento de tumores. 

En relación con este tema, investigaciones epidemiológicas apoyan la hipótesis de que los países con más altos niveles de consumo de flavonoides y lignanos en su dieta tienen las más bajas incidencias de cáncer, hecho que está especialmente demostrado para los cánceres de mama y próstata.