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Más que un inconveniente social, un alerta de salud
buenavidaDigital
Sí, el café, sí el cigarrillo, sí, el ajo y la cebolla. En infinidad de anuncios los representan como criaturas monstruosas, criminales perseguidos o graciosos y hasta adorables muñequitos. Esos guardan su propia explicación y tienen soluciones inmediatas. Pero el problema del mal aliento puede ir más allá, y entonces es no sólo el jefe que ya no te verá con perspectivas de progreso o la chica o el chico a quien le caías tan bien y que ahora mantiene esta distancia tras la primera vez que estuviste a menos de un metro de su nariz. Esto es importante, no te lo vamos a negar, pero hay algo que lo es más. Tu salud.
Y es que ese desagradable olor, y, para ti y quien tenga el accidente de besarte sabor que no quisieras estar produciendo, en cierto modo puede ser tu aliado. Porque podría tratarse de una alarma sobre un desorden de salud que podría restarle gran calidad a la vida y hasta terminar con ella. Basta con decirte que una de las primeras señales de cánceres en boca y faringe es el cambio e la percepción de sabores y los sabores desagradables. Así también pasa con enfermedades respiratorias. Pero te explicamos un poco más de eso.
A veces el mal aliento sólo quiere decir que estás pasando por un estreñimiento, o quizás una indigestión. Eso pasa, quizás la condición se remita a que debes lavarte mejor los dientes. También sucede, ahora, ya también puede ese aliento decirte que hay, para comenzar, problemas en las encías.
Es difícil eliminar los residuos de la comida que se acumulan en lugares donde el cepillo dental no penetra. Estos residuos ayudan a la proliferación de bacterias las cuales crecen muy bien en la boca debido a la humedad, temperatura y constante fuente de alimentos. Si la infección es mas avanzada las encías pueden sangrar al limpiarlas y se inflaman. Si no se corrige a tiempo pueden producir enfermedades como gingivitis y periodontitis entre otras estas a largo plazo producen otras complicaciones y hasta la perdida de los dientes.
Mira bien tus encías. Si llevas una buena higiene oral, se supone que observes un sano tono rosado. Si las ves inflamadas y enrojecidas puede que tengas gingivitis, condición muy asociada a enfermedades del corazón, derrames, diabetes, infecciones respiratorias y nacimientos prematuros. Si esta condición no se atiende la situación podría empeorar, hasta convertirse en periodontitis. Ambos trastornos orales tienen como síntoma el mal olor bucal. Así que si notas (u otros notan) una fragancia no muy agradable que sale de tu boca y no se te quita por mejor salud oral que tengas, consulta tu médico enseguida.
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