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Los asilos para ancianos y convalecientes, cuando no se puede cuidarlos más en casa
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Muchos hijos buenos, al ser agradecidos con sus padres, se vuelven cuidadores de estos. Algunos pueden llegar hasta el punto de enterrarse en vida, perder toda su vida social y hasta sus trabajos. O puede ser el caso de un cónyuge que ha desarrollado una enfermedad que incapacita severamente, para la que el cuido en el hogar es insuficiente. A veces también ocurre que la contratación de personas para ser atendidos en sus casas es muy oneroso. En estos casos hay que llegar a admitir que es hora, y que, por el mismo bien de estos seres amados, deben estar en un lugar donde sean mejor atendidos.
Ese hogar
Un asilo para ancianos y convalecientes es un lugar para personas que no necesitan permanecer en un hospital, pero que necesitan cuidados especiales. La mayoría de estos centros cuentan con personal de enfermería capacitada disponible las 24 horas del día.
Algunos asilos de ancianos cuentan con unidades de cuidados especiales para personas con padecimientos, tales como la enfermedad de Alzheimer. Los asilos no son sólo para ancianos, sino para cualquier persona que necesite de los cuidados las 24 horas.
Consejos para encontrar un buen hogar
• Para comenzar, debes buscar los asilos para ancianos que hay en tu área.
• Compara la calidad de los asilos para ancianos que estás considerando, informándote sobre el personal que labora en él, las medidas de calidad y de sanidad.
• Visita los lugares que estés considerando o pídele a alguien que los visite y te dé su opinión sobre estos. Si vas tú, o alguien de tu confianza, que no escatimen en preguntas. Piensa que vas a pagar por lo que ya no puedes darle tú a ese ser que tanto amas.
• Selecciona el asilo que más se ajuste a las necesidades de tu familiar. Habla con el médico de este u otro profesional de la salud, con personas que consideres de opinión sólida sobre estos centros de cuido. Puedes comunicarte con la Procuraduría del Anciano e informarte todo lo que puedas antes de tomar una decisión.
Que ese momento, que quizás sea muy triste, pueda darte la paz de que va a ser atendido como contra todo lo has hecho tú con el mayor amor del mundo.
Llenos de vida hasta el final…
Dos
personalidades de nuestra farándula que llegaron al final de su existencia en
uno de estos hogares son el comediante cubano Pucho Fernández y la actriz
puertorriqueña Esther Mari. Seres humanos de gran vitalidad y chispa vivieron
en el asilo con toda su intensidad hasta el mismo final.
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