Evitando el estancamiento en la intimidad
Foto: iv7.cpm.ar |
Primero viste a ese ser y sentiste esa saeta eléctrica del rayo que te traspasó, y supiste que no querías a otro terrícola como pareja tuya. Saliste con esa persona y sentiste el estremecimiento de las manos encontrándose, y después esa transfiguración que fue el primer beso.
Llegó el primer día en que se descubrieron la desnudez, se conocieron los cuerpos por la vista, el tacto, el olor, el sabor y lo que pasaba por estos por vía del sonido, y murieron y resucitaron, enamorados, hijos de un día que era mucho más hermoso.
Pero cada cual ha tenido ahora que aportar para sostener el mundo que comparten. Soportar superiores neuróticos, horas extras. Llegaron los niños, y con su bendición su factura de tiempo.
Ya no son los mismos. Y ya donde estaba el deseo hay una rutina, ya lo que antes era lo más anhelado del día ahora es un deber. Ya nada estimula.
Nuevo sexo, mismo amor
La idea de que la sexualidad en una pareja que se ama está condenada a la rutina es un mito. Viviendo dentro de la rutina así mismo pueden perder el sabor actividades muy queridas, como leer, hacer deporte, tocar instrumentos musicales y hasta comer.
Y así mismo puede suceder con la pareja. Y es en este punto que muchos creen que deben hallar un nuevo amor, abortando días hermosos que quedaban por delante. Lo que hay que hacer es encontrar nuevos estímulos en la misma pareja.
Es el momento de romper con la rutina, con todo lo que han hecho y colocarse desde otra perspectiva, como si se estuvieran conociendo de nuevo.
La respuesta sexual de nuestro cuerpo está muy relacionada con el entorno, por lo tanto, para cambiar la estimulación sexual hay que cambiar ese ambiente.
Para comenzar pueden ir explorando otras zonas del cuerpo. Primero como masajes sensuales. Entonces, otro tipo de caricias y de ahí pasar a otras posturas. Además pueden entrar las fantasías, los disfraces y hasta danzas eróticas.
Por último, salgan del lecho y del cuarto. Pero de eso hablaremos luego…Eso también es parte de la buenavida
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