Salud Cardiaca

 

 

Foto: otramedicina.com

Corazón nutrido, vida extendida

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Vamos a darte ciertos consejos beneficiosos para la salud de tu corazón desde el campo de la nutrición. Son bien fáciles de seguir y los beneficios que traen podrían ser enormes...

Desayunáte

Al comenzar el día no te pierdas el desayuno. De hecho, según un estudio estadístico, la mayoría de los ataques cardiacos se dan entre las 7:00 a.m. y el mediodía. Y aparenta ser que si te saltas el desayuno las posibilidades de sufrir uno aumentan. Según muchos expertos, la actividad de las plaquetas (las células sanguíneas encargadas de la coagulación) se encuentra incrementada en la mañana (están más pegajosas, por lo que son más altas las posibilidades de que formen coágulos), efecto que disminuye el desayuno.
Ahora, no cualquier desayuno. No vas a echar para atrás como el cangrejo llenándote de colesterol hasta las narices. Escoge uno sano, que sea alto en proteínas y bajo en grasa, como por ejemplo los cereales de desayuno.


Ve un poquito más allá

Los médicos hablan de unos rangos de insumo de grasas y de colesterol en sangre para personas que no tienen problemas en su salud cardiovascular y otros números más reducidos para aquellos que sí tienen condiciones en este aspecto. El consejo que te damos es no recostarte. Claro, no es de que te trates como un enfermo. Pero ir un poquito para allá es buena prevención. Si por ejemplo, la recomendación que se te de en condiciones “normales” es que tu consumo de grasas sea de un 30% de las calorías, bájalo a 20% (y claro, de las más saludables, como el aceite de oliva, por ejemplo). Si se te dice que mantengas el nivel de colesterol por debajo de 200, mantenlo tú por debajo de 160. Ese extra tu “cucharonchito” te lo agradecerá.


Tratamiento para la presión comestible

Estamos en un tiempo en que se trata la hipertensión con las famosas estatinas, éstas combinadas con las tiazidas (diuréticos). No te vamos a decir que no obedezcas a tu médico, por Dios, pero puedes “ayudarle”. Para comenzar, suave con el sodio y la sal. Utiliza productos bajos en sodio. Chequea en las tiendas naturistas aquellos productos para sazonar que no tengan el mencionado mineral. Aprovecha mejor las especias. Así mismo con la grasa. Y puedes consumir alimentos que han demostrado disminuir la tensión sanguínea, como el ajo y la parcha.

¿Viste que fácil? Un corazón feliz desde tu mesa.

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