Relaciones: ¿Pasión, intimidad o compromiso?

Identifica cuál predomina en la tuya

Por Sandra López / Buenavida Digital


Casi 14 mil personas se divorciaron en Puerto Rico en el 2010. Las primeras tres causas fueron consentimiento mutuo, separación y trato cruel, según los números del Tribunal General de Justicia.

Por otro lado, con frecuencia escucho a hombres y mujeres  quejarse de que su relación amorosa se ha apagado, que no es como al principio, que no hay pasión, que parecen hermanos... ­¡Qué horror!  Ante ese cuadro, decidí escribir sobre la Teoría Triangular del Amor, que sirve para identificar en qué nivel se encuentra tu relación y porqué. Según esta teoría, el amor se compone de tres elementos: pasión, intimidad y compromiso. Robert Sternberg, psicólogo que la expuso, los definió así:

  • Pasión- Es el deseo de estar con otra persona y que el sexo sea gratificante.
  • Intimidad- Se refiere a la capacidad de compartir nuestros deseos, sentimientos y secretos con es otro ser.
  • Compromiso- Es tener la certeza de que independientemente de lo que pase, esa persona no nos olvidará ni abandonará.

De acuerdo con Luis Caraballo, profesor del Departamento de Psiquiatría del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico, la Teoría Triangular del Amor sirve para entender mejor qué tipo de relación tienes y qué te falta para llevarla al próximo nivel. “Se necesita una combinación de estos elementos para tener una relación funcional o saludable cuando se refiere a lo que él llama el amor consumado, que constituye la máxima forma de amar”. De la combinación y composición de estos elementos surgen siete tipos de amor: 
  • Confianza o cariño- Lo único que los une es la intimidad (emocional). Se aplica a los amigos.
  • Encaprichamiento- Esto es puro deseo sexual. Puede ser el amor a primera vista.
  • Amor vacío- Aquí lo que hay es compromiso; la pasión y la intimidad murieron. Un ejemplo pueden ser los matrimonios largos que se mantienen unidos por los hijos.
  • Amor fatuo- Hay pasión y compromiso, así que es más intenso que el encaprichamiento. El compromiso está atado a la pasión, pero no necesariamente a la intimidad. Son los que se comen a cantos y no tienen la necesidad de conocerse mejor.
  • Amor romántico- La pasión y la intimidad son los pilares de este amor. A diferencia del cariño, hay intimidad física.
  • Amor sociable- Protagonizan la intimidad y el compromiso y la gran ausente es la pasión. Es como tener en esa persona al mejor de los amigos, pero no necesariamente a una pareja.
  • Amor consumado- Posee las tres características. Es el amor ideal, en su forma más completa. Según Sternberg, es el más difícil de mantener. ¿Por qué razón? Porque suele asumirse que una vez se llega a este nivel está todo set y que toda la vida será así. “El reto de ahí en adelante es poder mantener el nivel de pasión, intimidad y compromiso, porque si no se trabaja se derrumba. Hay que crear conciencia de que todos los días hay que cultivar estos elementos para prevalecer en ese nivel”, aconsejó Caraballo.
Por supuesto que se puede pasar de un tipo de amor a otro, tanto para llegar al consumado como para alejarse de él. Seguramente ese es el motivo por el que se escuchan quejas como las que mencioné al comienzo de este escrito. Entonces llega la pregunta de si eso significa el fin de una relación amorosa. “El hecho de que la intensidad no sea la misma que al principio, que ya no tengan sexo con la misma frecuencia, no es un indicador de que la relación está mal, porque los cuerpos y las necesidades cambian. Las cosas evolucionan. A veces esa pasión se puede activar con una caricia, un comentario, una coquetería, que no tienen que estar desnudos uno encima del otro todo el tiempo. Quizás el cuerpo no les responda como quisieran, pero no significa que no tengan el deseo, así que es bien importante tomar eso con pinzas”, afirmó el psicólogo.

Tres consejos

  • No dar nada por sentado. No pienses que porque la relación se encuentra en un momento de idealidad, se mantendrá así y nada los estremecerá. La vida siempre trae situaciones y hay que estar bien claro de que las cosas no se arreglan solas.
  • Ser consciente de que así como las personas cambian, las relaciones también evolucionan. Es preciso tener la flexibilidad para entender que esto implica cambios en la persona, en la dinámica, en la intimidad sexual, en la conducta y cada uno tiene que evolucionar en lo que vendría siendo la percepción del otro y de la relación.
  • Tener una actitud positiva de que cuando existen esos tres componentes y se está claro de que hay mucha pasión, intimidad, respeto y compromiso, por más situaciones que te presente la vida, se podrán superar.

Si deseas más información o te interesa un tema en particular, no dudes en contactarme.

¡Hasta la próxima!

Sandra


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