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Cómo nos afecta un huracán
Del 1 de junio al 30 de noviembre ves mapas
desplegados y la gente pendiente en el canal del tiempo. Oyes de “presión
atmosférica”, “vaporización”, “calor latente”, “sistemas que se forman en el
oeste de África”, y de metamorfosis por las que atraviesan, escuchando términos
tales como “depresión tropical”, “tormenta tropical”. Oyes de vientos
huracanados de tantas millas por hora, bandas lluviosas y de pulgadas de
precipitación. Así mismo a tus oídos llegan los vocablos “categoría 4”,
“categoría 5”, y la gente abarrota los comercios y en varios estados de pánico
se lleva, baterías, velas, galones de agua y alimentos no perecederos. Algunos,
para darle un tono más festivo a la eventualidad se abarrotan de alcohol como
si éste fuera un artículo de primera necesidad, como si fuera la única manera
de atravesar por un fenómeno atmosférico. Mientras que otros llaman a sus familiares y
amigos para saber cómo y dónde lo pasaran como si se tratara de una despedida de año.
Una de las diferencias principales entre los tres tipos de ciclones tropicales es su organización. La depresión tropical agrupa nubosidad y lluvia, pero las bandas espirales no están bien delimitadas. La tormenta tropical es un sistema atmosférico con una mejor estructura, con bandas en espirales que parten desde el centro del sistema. El huracán, por su parte, es un sistema totalmente organizado en todo la alto de la troposfera (la capa atmosférica que hace contacto con la tierra) con bandas en espirales de lluvia bien delimitadas.
En la escala Saffir-Simpson los
huracanes se dividen en varias categorías según la velocidad de sus vientos.
•
Categoría 1- De 74 a 95 mph
•
Categoría 2- De 96 a 110 mph
•
Categoría 3- De 111 a 130 mph
•
Categoría 4- De 131 a 155 millas
•
Categoría 5- De 156 en adelante
Marejada
La marejada es un domo de agua de 50 a 100 millas de
ancho, que choca con la costa debido a que es impulsada por la fuerza de los
vientos generados por la tormenta. La marejada combinada con la marea crea lo
que se llama la “marea de tormenta”.
Ésta puede incrementar el nivel normal del agua en 12 pies o más.
Vientos fuertes
Los vientos asociados con un huracán suelen causar
efectos devastadores en grandes zonas, especialmente en aquellas en las que el
fenómeno afecta directamente.
Por los destrozos causados, al huracán Camille (1969)
se le atribuyen vientos de 102mph, valor máximo registrado en la historia de la
meteorología.
Lluvias fuertes
Un huracán genera, en promedio, entre 150 y 300
milímetros cúbicos de lluvia o más, la cual causa severas inundaciones,
deslizamientos y derrumbes. Las lluvias más fuertes se relacionan,
generalmente, con las tormentas tropicales o huracanes que se desplazan más
lentamente.
Tornados
Los tornados ocurren generalmente en el cuadrante
frontal derecho del huracán. Sin embargo, pueden ocurrir en cualquier parte las
bandas de lluvia asociadas al mismo.
Típicamente, mientras más intenso es un huracán más
intenso es el tornado que se genera.
Riesgos a tu salud
Todos estos efectos podrían
influenciar seriamente sobre tu salud y la de los tuyos. Es por ello que aquí
te traemos estos consejos.
Cuidado con los alimentos
Identifica y bota a la
basura los alimentos que pueden ser peligrosos de consumir. Esto incluye a
cualquier alimento que haya podido estar en contacto con el agua de una
tormenta o inundación. Bota todos los alimentos enlatados cuyos envases estén
abiertos, dañados o inflados. Desecha los alimentos que tengan olor, color o
textura anormal. Así los alimentos perecederos (como carne, pollo, pescado,
huevos y sobras de comida) que hayan estado a una temperatura de 40° F (4.5° C)
o más, durante dos horas o más.
Los alimentos descongelados que tengan
cristales de hielo o que hayan estado a menos de 40º F (4.5º C) pueden
cocinarse o volverse a congelar. Si las latas han estado en contacto con el
agua de una tormenta o inundación, quítales la etiqueta, lávalas y remójalas en
una solución de una taza de cloro de uso casero por cinco galones de agua.
Etiqueta nuevamente las latas con un marcador.
Cuidado con el agua
Las autoridades locales te dirán si es seguro tomar el
agua de la pluma o si la puedes usar sólo para cocinar o bañarte. Si el agua no
es apta para el consumo, utiliza agua embotellada, o hiérvela. Deja que el agua hierva bastante, por
lo menos un minuto para matar las bacterias. Si no puedes hervir el agua,
agrega 1/8 de cucharadita de cloro sin aroma, que esté recién comprado, por
cada galón de agua. Revuelve bien el agua y déjala reposar durante 30 minutos
antes de usarla. Para los bebés usa solamente
leche en fórmula que ya venga preparada.
No utilices fórmulas en polvo
preparadas con agua tratada. Limpia los juguetes de los niños que hayan estado
en contacto con el agua. Para limpiarlos, prepara una mezcla de una taza de
cloro por cinco galones de agua. Deja que los juguetes se sequen al aire
después de limpiarlos.
Mantente alejado de las aguas de la inundación y de los mosquitos. Presta atención a las advertencias sobre la presencia de agua en las calles y carreteras. No conduzcas vehículos ni equipo pesado donde haya agua. Si tienes que trabajar en lugares inundados o cerca de ellos, usa un chaleco salvavidas. Si estás atrapado en una zona en la cual está subiendo el nivel del agua, ponte un chaleco salvavidas o usa cualquier objeto que te ayude a flotar. Para evitar las picaduras de mosquitos usa pantalones largos, medias y camisas de manga larga así como repelentes.
Utiliza una mezcla de una taza de cloro por galón de
agua. Bota a la basura los artículos porosos (como alfombras y muebles forrados
con tela) que no se puedan secar rápidamente.
Lava todas las heridas abiertas y cortaduras con agua limpia y jabón. Aplícate
un antibiótico. Consulta con tu médico si tu lesión
requiere tratamiento adicional, como una vacuna contra el tétanos. Si una
herida presenta enrojecimiento, inflamación o pus, busca atención médica de
inmediato.
Lávate las manos con agua
y jabón. Si no hay agua, puedes usar productos para lavarse las manos a base de
alcohol, como las geles desinfectantes (sanitizers).
Usa ropa protectora para las labores de limpieza, cascos, gafas protectoras, guantes resistentes y botas impermeables con punta y suela de acero (no solo el enfranque de acero). Ponte tapones para los oídos o audífonos de protección si hay ruido causado por maquinaria.
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