BuenavidaEditorial
Colaboración MMM
En ocasiones podemos estar deshidratados sin darnos cuenta, ya que no
sudamos o sentimos calor. Pero esto no significa que tenemos el suficiente
líquido corporal para funcionar adecuadamente. Cada célula del cuerpo tiene un
alto contenido de agua, la cual se elimina sin darnos cuenta a través del sudor,
lágrimas y otras funciones del cuerpo; hasta respirando.
El cuerpo tiene un mecanismo para regular su temperatura que después
de los 50 años puede alterarse. Durante el verano, el calor, las actividades al
aire libre y físicas, es posible que muchas personas sufran de deshidratación. Antes,
durante y después de hacer actividades al aire libre, la hidratación es
necesaria. Por los cambios con la edad la sensación de sed disminuye, tener sed
es una de las señales del cuerpo para
detectar deshidratación. Por esta razón es recomendable que no pases ratos
largos sin tomar líquidos, aunque no sientas sed, sobre todo, en esta época.
Cuando se sufre de deshidratación pueden aparecer varios signos que
debemos observar. Una de las señales es no orinar durante varias horas u orinar
poco y de color oscuro. Sequedad en la piel y boca, estreñimiento, hambre,
somnolencia, dolor de cabeza, fatiga extrema e irritabilidad. Los mareos y vómitos
son otros síntomas de deshidratación en casos extremos.
Si presentas cualquiera de los síntomas mencionados es necesario que
consultes con tu médico. Toma precauciones
para que disfrutes los días bajo el sol al organizar actividades con tus nietos
y amigos, al aire libre, y prevenir complicaciones.
Algunas recomendaciones
son:
·
Tomar mucho líquido, lleva contigo en una neverita
varias botellas de agua para que te mantengas hidratado.
Come frutas, ensaladas frescas y alimentos livianos
Las uvas, guineos, piña, sandía, papaya, mangó son algunas de las
frutas más refrescantes.
Si eres diabético recuerda consultar con tu médico o nutricionista
para que te recomiende cuáles consumir, por el contenido de azúcar.
Busca la sombra o utiliza sombrillas de playa.
Usa protector solar (con protección de 30 SPF o más),
ropa fresca y gafas con protección UV.
Cubre tu cabeza y la de los niños con un sombrero, gorra o pañuelo.
Trata de no exponerte al sol entre las 10:00 a.m. y
las 3:00 p.m., durante esas horas los rayos solares son más fuertes.
Ten una neverita con hielo y un toalla húmeda para
refrescarte.
Utiliza un bálsamo labial para mantener tus labios hidratados.
Disfruta lo que resta del verano en familia, y haciendo actividad
física, pero siempre recuerda que es mejor prevenir que tener que lamentar. ¡Protégete
y vive una vida activa, feliz y saludable!
Información provista por MMM y PMC, contáctales al 1-877-622-5609 (libre de cargos) o visita https://www.mmm-pr.com/ o http://www.pmcpr.org/.
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