Por Dras. Amelia Rodríguez y Kevia Calderón
Foto: laacera.com |
Que si dolor de cabeza, cansancio extremo, fingir estar en el quinto sueño... todas son excusas que usan algunas personas para boicotear la vida íntima de la pareja. ¿Por qué? Sigue leyendo.
La sexualidad representa uno de los factores más importantes en la relación de pareja. No obstante, es uno de los temas que más dificultad presenta para el diálogo entre las partes involucradas. En ocasiones, cuando se experimentan dificultades en esta área se suele pensar que las mismas llegan en respuesta a la falta de amor o pasión cuando en realidad existe un sin número de situaciones que pudieran estar interviniendo. A veces, aun siendo grande el amor, no es suficiente para facilitar el intercambio sexual. Existen varios factores que interfieren en la intimidad sexual de la pareja y que podrían interpretarse como actos de sabotaje por una de las partes. Entre los más comunes se encuentran:
-- La percepción que tiene cada uno sobre la sexualidad (mitos y creencias).
-- Las experiencias sexuales previas, que pudieron haber sido difíciles o traumáticas.
-- Cuán cómodos se sienten con su propio cuerpo y desnudez.
-- Condiciones de salud física o emocional que pudieran estar reduciendo el libido o la respuesta sexual orgánica.
-- Las tensiones y dinámicas existentes entre la pareja.
-- La falta de comunicación entre la pareja respecto a lo que les gusta o no hacer y lo que pudieran estar dispuestos o no a aceptar.
-- El desconocimiento referente a las diferencias sexuales en hombres y mujeres.
Cuando la vida íntima de una pareja se ve afectada, es importante promover el diálogo abierto y sincero. Algunas sugerencias que ayudarían a mejorar la vida sexual son:
-- Cada uno puede hacer ejercicios individuales dirigidos a conocer su propio cuerpo y así reconocer lo que le agrada y lo que no.
-- Conversar con su pareja y explicarle lo que le hace sentir bien y lo que no disfruta. Para hacer esta conversación más entretenida, pueden trabajarla como parte del preámbulo sexual, si no resulta amenazante para la pareja.
-- No hagan u obliguen a la pareja a realizar actos que le resulten incómodos o vayan en contra de sus valores.
-- Separen fechas de antemano para compartir íntimamente y planifiquen actividades diferentes que ambos disfruten. En ocasiones esta coordinación es necesaria en lo que la relación fortalece y logran encontrar momentos de manera espontánea.
-- Realicen actividades que ambos disfruten y de las que no se espere que terminen en un encuentro sexual.
-- Si es posible, separen un tiempo a solas para la pareja, un día, un fin de semana o más, sin niños u otras responsabilidades. Lo ideal sería escaparse a algún parador, hotel para desconectarse del mundo y conectarse con su media naranja. De no ser posible moverse a otro lugar, usen la imaginación, preparen el ambiente de la casa de tal manera que se propicie la sensualidad. Utilicen elementos (como música relajante, luz suave, aceites aromáticos), que promuevan una sensación de relajación y tranquilidad para que sea más fácil concentrarse en el momento, dejando fuera las tensiones diarias. Esto es principalmente útil para las féminas, quienes tienden a presentar mayor dificultad para dejar de lado las preocupaciones y concentrarse en disfrutar la intimidad.
-- Agraden a su pareja con pequeños detalles, palabras de admiración y amor para fortalecer los lazos afectivos, tan importantes en la comunicación sexual. Procuren conocer lo que para su pareja es importante y significativo, no solo en la intimidad, sino también en su vida en general, de manera que puedan estar atento a ello, haciéndolo también prioritario para ti. Esto último en particular genera en el otro una sensación de ser amado y valorado, lo que a su vez, causa una mayor apertura a disfrutar y compartir íntimamente.
-- Eviten crear expectativas demasiado altas de estos encuentros, dado que pudieran experimentar desilusión y malestar si no surgen como se esperaba. Tengan paciencia, la intimidad en la pareja requiere tiempo, conocimiento y empeño para lograr el resultado deseado.
-- Asistan a una consulta médica para que les realicen los chequeos necesarios ordenen laboratorios que descarten cualquier complicación de salud que afecte la actividad sexual.
-- Acudan a servicios psicológicos para auscultar y trabajar cualquier aspecto emocional que interfiera con la intimidad. Como parte del plan de trabajo es necesario incluir las dinámicas relacionales y sexuales de la pareja.
La intimidad sexual en la pareja pudiera ser uno de los momentos más significativos y unificadores; no obstante, no es suficiente con desearlo, es necesario trabajar en ello. Infórmate y busca ayuda.
Las autoras son psicólogas clínicas. Si deseas más información, comunícate en el (787) 392-9990.
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