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El árbol
de Navidad que tradicionalmente adorna nuestras casas durante el periodo
navideño está lleno de un significado muy profundo que comparte con otros
árboles sagrados en el mundo. Estos representan, entre muchos simbolismos, dos
que son muy importantes: inmortalidad y fertilidad. Son estos, dos de los
elementos relacionados con el planeta Júpiter, que también representa la enseñanza
espiritual, la salud, la fortuna y la paz.
De acuerdo con el relato del libro de Génesis, había
en el Paraíso dos árboles importantes: uno el de la ciencia del bien y del mal
y el otro el árbol de la vida. Precisamente, es éste ultimo el que es simbolizado
y que decoramos con tanto cuidado durante los días previos a la celebración del
nacimiento del Mesías, representado astrológicamente por el Sol.
En las tradiciones antiguas amarrar o adornar los árboles
sagrados con cintas u otros elementos decorativos era la forma en que las
personas se relacionaban con el mismo, para pedir sus favores o aquello que
deseaban que se les cumpliera.
Todos los árboles resinosos están simbolizados por el
planeta Júpiter, y no olvidemos que el pino es el que tradicionalmente se usa
para ese fin. Júpiter es el planeta que representa la fortuna en la vida de las
personas, el mismo que nos concede todas las cosas buenas tales como la salud y
la prosperidad, y es la razón por la cual se le llama el "gran benéfico".
Otras de las costumbres relacionadas con los árboles
sagrados es entregarle todas las tristezas, las enfermedades y los pesos
emocionales. Se dice en nuestras tradiciones que, según Júpiter viaja por las
doce casas de nuestra carta natal, va absorbiendo toda las malignidades de cada
área de nuestra vida. De hecho, hay tradiciones que dicen que el olor a pino
así como el del cedro tienen el poder de neutralizar cualquier vibración
negativa que pudiera manifestarse en nuestro hogar.
Las esferas que disfrutamos colocar en nuestros
árboles navideños representan el fruto
de nuestras buenas acciones, así como del conocimiento espiritual, del mismo
modo que lo representan los regalos que se colocan al pie del árbol.
Algunas personas colocan una estrella en la copa de
su árbol, que es representativa de la Estrella de Belén, de la cual hablaremos
en otro de nuestros artículos. Hay también quien coloca un ángel, que es otro
de los símbolos relacionados con Júpiter.
Por último, uno de los elementos más controversiales
y simbólicos en la decoración de, árbol de Navidad son las guirnaldas de luces,
o de cualquier otro material que se use para decorarlo. Mientras la serpiente representa
la “caída del hombre” en el Génesis (es el “engañador”), el reptil simbolizado
por las guirnaldas del árbol navideño representa la sabiduría y la prudencia.
Tal y como lo decía Jesús: “sed mansos como la paloma y prudentes como la
serpiente.” Esa prudencia es el producto de la experiencia y la sabiduría, el
resultado de la luz espiritual traída a la tierra por Cristo.
Tomando en consideración la información antes
expuesta, deberíamos compartir con
nuestros hijos todo este simbolismo tan hermoso para que el proceso de
traer y decorar nuestro árbol no sea algo mecánico y, lo más importante, que
cada vez que lo veamos y sintamos su aroma recordemos que representa todas las
cosas buenas que deseamos en nuestras vidas.
* José N. García es sicólogo y
astrólogo hace más de 30 años. Es Fundador del Instituto de Astrocosmos, la
primera escuela de investigación y enseñanza de Astrología en Puerto Rico. Fue
educado en la Astrología Védica por el maestro Dr. Krishna Bhat, un yogui y
doctor en Física, Astrofísica y Astrología Clásica Védica. La Astrología Védica
es la astrología practicada en la India, y se remonta a más de 5 mil años
atrás. Actualmente dicta charlas y
seminarios por toda Estados Unidos, América Latina y Puerto Rico. Además, realiza consultas astrológicas
por cita previa. Para más información sobre José N. García y la Astrología
Védica puede visitar www.josengarcia.com en la Internet, email: info@josengarcia.com o llame al (787)
378-2986.
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