Telemedicina en Puerto Rico

El futuro ya llegó

Por Sandra López
sandral@casiano.com


¿Recuerdas al Dr. McCoy de la serie Star Trek?



Foto:graphicdesignbasics.com
 Para mí, a los 8 o 10 años, él representaba una combinación mágica de medicina y tecnología fantástica que me dejaba con la quijada caída cada vez que atendía a un paciente. Recuerdo que al final de cada capítulo me hacía siempre la misma pregunta: ¿será eso posible algún día? 
 
Hoy sé que sí. No sé si viviré lo suficiente como para ver la transformación en su máxima expresión, pero de una cosa sí estoy segura: La medicina y la tecnología se casaron y el resultado lo vemos cada día cuando leemos alguna noticia acerca de un novedoso estudio, prueba o artefacto que nos permitirá tener una vida más larga o por lo menos, con mejor calidad en términos de salud física. Y esto es solo el comienzo.

 
Hace unos días fui a una conferencia de prensa en la que el rector del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR), doctor Rafael Rodríguez Mercado mencionó que próximamente se establecerá en nuestra isla un proyecto de telemedicina que a su vez será parte de uno más amplio que incluye un Centro Cerebrovascular. La telemedicina es la prestación de prácticas médicas a distancia utilizando tecnología de telecomunicaciones. En lo que nos concierne, sirve para intercambiar información médica de cualquier tipo, para la salud y para mejorar la calidad del servicio médico. Antes de hablar de este nuevo aire en el país, tengo que hablar un poco de los accidentes cerebrovasculares

 
Según un estudio reciente realizado en 21 hospitales de Puerto Rico, ocho de cada 10 pacientes recluidos con un derrame cerebral son diabéticos, uno de cada 10 es fumador y uno de cada 10 tiene colesterol alto. Yo estaba perpleja, y eso que todavía no había escuchado la parte que indicaba que la gente no sabe reconocer los síntomas de un derrame cerebral y tarda en comunicarse con el 911 o en acudir a la sala de emergencias. Pero el asunto no termina aquí. Esa misma investigación arrojó que la llegada de un sujeto a una sala de emergencias, luego del inicio de los síntomas es de  5.5 horas y cuando llega resulta que ¡la sala de emergencias no está preparada para atender a personas con derrame cerebral agudo! Para coronar estos datos, en Puerto Rico solo hay tres instituciones hospitalarias que pueden atender este tipo de emergencia: El Centro Médico (CM) de Río Piedras y los hospitales HIMA San Pablo de Bayamón y Caguas. Habiendo establecido esto, prosigo con la telemedicina en Puerto Rico.


Foto suministrada
 
Con este alarmante cuadro, el sistema de telemedicina se utilizará –inicialmente– para atender las personas aquejadas por  este mal, aunque eventualmente se extenderá a sujetos con otros padecimientos en cualquier punto de la isla. De esta manera, cuando un médico, en cualquier hospital, reciba a un paciente de derrame cerebral podrá consultar –mediante el uso de la tecnología– directamente a los facultativos del RCM, quienes lo ayudarán a iniciar una terapia aguda en el paciente. Eso, en teoría, suena maravilloso. Rodríguez Mercado indicó que se hará una prueba a lo largo y ancho de la isla para verificar que el sistema, en efecto, funcione. El tiempo dirá, entre otras cosas, si la tecnología alcanzó las expectativas y si al otro lado de la línea hubo un facultativo disponible para asistir al otro.

 
La telemedicina no es nueva. Nació hace unos años como resultado de este matrimonio médico-tecnológico de la era cibernética, pero fue la llegada de Internet la que disparó su desarrollo y aunque es una novedad aquí, ya se está haciendo en otros lugares del mundo, incluso del Caribe. Entre sus principales ventajas sobresalen el acceso a una mejor asistencia médica, mejor comunicación entre los profesionales de la salud, mejor utilización de recursos y reducción de costos. No obstante, también tiene sus desventajas, siendo la más llamativa la escasa relación médico-paciente. 

 
 “Por primera vez Puerto Rico entrará en la modernización de la Escuela de Medicina, no solo para nosotros, sino que una vez bien establecido, podremos vender esos productos a las islas circundantes mediante el turismo médico”, sentenció Rodríguez Mercado, abriendo otra puerta igualmente fascinante: La del turismo médico.
Parece que la era de Star Trek está aterrizando en Puerto Rico.

Síntomas del accidente cerebrovascular:
-Entumecimiento, debilidad o parálisis repentina de la cara, el brazo o la pierna, especialmente en un solo lado del cuerpo.
-Confusión repentina, dificultad al hablar o del entendimiento del habla.
-Dificultad súbita para ver en uno o en ambos ojos.
-Problemas repentinos al caminar, vértigo, o pérdida del equilibrio o de la coordinación.
-Dolores de cabeza fuertes, repentinos y sin causa conocida.
A veces las señales de aviso duran apenas unos minutos y luego desaparecen. Sin embargo, estos identifican una enfermedad oculta grave que no se va sin ayuda médica. No las ignores. Prestarles atención puede salvarte la vida.

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