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21 alimentos que te ayudan a evitarlo
Los expertos aseguran que el 50 por ciento de los tumores podrían evitarse con una dieta adecuada. Prevenir siempre ha sido mejor que curar y en el caso de enfermedades tan graves como el cáncer llenar la despensa con alimentos que están demostrando tener propiedades anticancerosas puede rendirte excelentes resultados.
• Aceite de oliva: La grasa monoinsaturada protege del cáncer colon-rectal. Al actuar sobre los ácidos biliares, el aceite de oliva disminuye el riesgo de evolución de la mucosa digestiva a adenoma o carcinoma. Al mantener flexibles las arterias, mejora la circulación y oxigenación de todos los tejidos.
• Agua: No es un alimento, pero no podemos vivir sin ella. Mantiene las células vivas, regula muchas funciones y favorece la eliminación de toxinas. .
• Ajo y cebolla: Contienen alicina, un compuesto rico en azufre que actúa como depurador del hígado, eliminando las sustancias tóxicas que se acumulan en la sangre y tejidos. El ajo se une a las toxinas, neutralizando sus efectos en las células.
• Algas: Son depurativas, ricas en minerales y vitaminas, y contienen fibra. Constituyen una comida habitual en países como Japón, donde hay incidencia de cáncer de mama. Algunos especialistas las recomiendan para a eliminar los efectos secundarios de la quimio y la radioterapia por sus efectos reforzadores del sistema inmunológico.
• Arroz integral: En Japón es objeto de numerosas investigaciones contra el cáncer. Al ser una semilla, contiene inhibidores de la proteasa que parece que retrasan la aparición del cáncer. En el salvado de arroz existen sustancias anticancerosas que parecen proteger del cáncer del colon, mama y próstata. • Berenjena: Como otros vegetales de color violeta, contiene sustancias anticancerosas que parecen proteger a las células de las mutaciones que provoca el cáncer.
• Cítricos: Es conocida su riqueza en vitamina C, son antioxidantes y estimulantes de las células de defensa. Además, no hay que olvidar que contienen flavonoides, protectores de los capilares sanguíneos que mantienen las membranas permeables y oxigenadas.
• Coles: El brócoli, repollo, coliflor, berros y rábano no deben faltar en la mesa, son un cóctel antitumoral, refuerzan las defensas, eliminan los radicales libres y protegen las células.
• Fresas: Son interesantes por sus efectos depurativos. Ayudan a limpiar el organismo de toxinas, contienen fibra, minerales y vitaminas.
• Frutas del bosque: Las moras, arándanos y grosellas son ricas en un pigmento morado llamado antocianina que tiene un gran efecto antioxidante. También son ricas en vitaminas A y C, minerales, pectina y ácidos vegetales. Se están estudiando los efectos preventivos de estas frutas en el caso de la leucemia.
• Frutos secos: Las nueces, avellanas, almendras y pipas de girasol son una fuente de vitaminas B y E, y minerales como el magnesio, manganeso, selenio y zinc. Con una pequeña cantidad se asegura un buen aporte de antioxidantes.
• Legumbres: Lentejas, garbanzos, guisantes y judías pueden ser un elixir anticancerígeno. Las legumbres son muy ricas en fibras e inhibidoras de proteasas que previenen contra los tumores de mama y colon principalmente.
• Manzana: Contiene ácidos clorogénico y elágico que bloquean la aparición de cáncer en experimentos con animales. Al tener pectina, la fibra también actúa favoreciendo la eliminación de toxinas a través de las heces.
• Melón: Es rico en beta carotenos antioxidantes y contiene muy pocas calorías para mantener a raya los tumores relacionados con la obesidad.
• Miel: Tiene propiedades antisépticas, por lo que es útil para evitar las infecciones asociadas al descenso de la inmunidad que conlleva el tratamiento con quimioterapia.
• Pescado: Los ácidos grasos Omega 3 además de ser beneficiosos para el corazón y las arterias también se utilizan para mejorar el estado de las personas con cáncer.
• Pimientos: El color amarillo, rojo y verde de los pimientos es la señal de su riqueza en beta carotenos junto a la vitamina C; ambos son antioxidantes y protectores de las mucosas. También contienen capsaicina que bloquea los compuestos precancerosos que aparecen en la carne y pescados ahumados y curados.
• Remolacha roja: El color morado de la remolacha roja esconde un potente regenerador celular, las betaínas.
• Setas chinas: Las setas tipo maitake, shiitake y reishi se utilizan en la medicina tradicional china para reforzar el sistema inmune por la presencia de unos compuestos llamados betaglutanos que estimulan la fabricación de interferón natural, un eficaz anticancerígeno.
• Soja: Las mujeres orientales tienen menor riesgo de padecer tumores de mama y ovario. Parece que la dieta rica en soja y sus derivados como el tofú, tempeh, miso o seitan es responsable de su invulnerabilidad. La soja contiene genisteína, inhibidores de las proteasas e isoflavonas, protectores frente al cáncer de mama.
• Te verde: Contiene poli fenoles, que anulan los efectos de los nitros aminas y tiene poderes antioxidantes. Es un poderoso protector contra las radiaciones ambientales.
• Tomate: El tomate crudo es muy rico en licopeno, un caroteno que le da el color rojo y que ha demostrado su papel protector frente al cáncer de próstata. También contiene otras sustancias en la piel y en las pepitas que tienen efectos anticancerígenos.
• Uva: Las uvas con piel y pepitas contienen antioxidantes como el resveratol que bloquean los agentes cancerígenos y el crecimiento de los tumores.
• Yogur: Las bacterias beneficiosas que contiene el yogur ( acidófilos, lacto bacilos) regeneran la flora intestinal y evitan la aparición de productos tóxicos en la digestión. Muy útil para prevenir el cáncer de colon, pero se recomienda para todo tipo de tumores.
• Zanahoria: El color naranja se debe a su riqueza en beta carotenos, conocido antioxidante. Es el vegetal protector de los fumadores por su capacidad para regenerar las células del epitelio respiratorio.
• Espárragos: El espárrago contiene lignanos (3 microgramos por gramo), una clase de fitoestrógenos con efectos a nivel de vasos sanguíneos de pequeño calibre, que parecen ejercer un papel beneficioso en algunas enfermedades vasculares degenerativas como la angiodisplasia, que es común en los ancianos y provoca hemorragias gastrointestinales, aunque este es un campo que está aún por investigar. Además, los lignanos al igual que los flavonoides, participan en otras funciones ya que tienen una débil actividad estrogénica y compiten con los compuestos estrogénicos normales no permitiéndoles promover el crecimiento de tumores.
En relación con este tema, investigaciones epidemiológicas apoyan la hipótesis de que los países con más altos niveles de consumo de flavonoides y lignanos en su dieta tienen las más bajas incidencias de cáncer, hecho que está especialmente demostrado para los cánceres de mama y próstata.
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