Artritis reumatoide




Reumatología

Por Dr. José Raúl Rodríguez Santiago, reumatólogo

La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad inflamatoria generalizada que afecta a las articulaciones con movimiento al igual que a otros órganos del cuerpo. La inflamación se desarrolla en personas que tienen una predisposición genética, aunque, factores ambientales como infecciones y estilos de vida pueden provocar el desarrollo también de la artritis reumatoide.
Esta condición médica afecta al uno por ciento de la población general. Es más frecuente entre las mujeres de los 30 a los 50 años de edad, 3 veces a 1 comparado con los varones, aunque suele ocurrir en niños y en las personas de mayor edad.
Síntomas y diagnóstico
La AR se presenta como un enrojecimiento e hinchazón de las coyunturas de las manos y pies, lo cual dificulta la actividad diaria y puede llegar a deformar las articulaciones. Las regiones más afectadas son manos, muñecas, codos, espina dorsal, rodillas y pies en ambas partes del cuerpo simultáneamente y un entumecimiento matutino que dura más de una hora.
El diagnóstico se establece con el examen físico y laboratorios como factor reumatoide positivo en un 85 por ciento de los casos y el anti CCP en un 95 por ciento, hemoglobina baja y pruebas positivas de inflamación en general. Así como radiografías, ultrasonido y resonancia magnética. Luego de tener la certeza de una AR lo siguiente es determinar cuáles son los tratamientos adecuados. Hoy día existen numerosas alternativas para el manejo de la artritis reumatoide.
Sus consecuencias y recomendaciones
Debemos considerar que la AR puede afectar el sistema cardiovascular, así como los ojos y el sistema nervioso central. Tratar a tiempo con las opciones terapéuticas disponibles como las sustancias modificadoras de la enfermedad, los medicamentos tradicionales, así como los agentes biológicos nuevos evitará el daño permanente de las articulaciones y de las complicaciones a largo plazo.
La disminución de peso libera la presión que se pueda crear en las articulaciones. El ejercicio aeróbico de bajo impacto, los acuaeróbicos y las actividades cardiovasculares mejoran la función de las articulaciones. La recomendación del Colegio Americano de Reumatólogos es hacer un diagnóstico temprano para comenzar tratamiento si es posible entre los primeros tres a seis meses del comienzo de los síntomas para evitar el daño permanente y mantener sus funciones lo más cercano a lo normal. La era de la modulación de esta enfermedad ya comenzó y existe un futuro prometedor, tanto en el manejo de las enfermedades reumáticas como de otras condiciones inflamatorias sistémicas.
El autor es profesor de la Escuela de Medicina SJB y director de Investigaciones Clínicas. Para más información accede a la página cibernética de la Fundación de Artritis www.arthritis.org o a la del portal del Colegio Americano de Reumatología www.rheumatology.org o llama al (787) 268-1100 o (787) 884-4789.

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