¿Un nuevo tipo de anorexia?

NOTA: Hace poco visité a unos amigos que tienen una hermosa hija de 16 años. Yo la he visto en varias ocasiones y  había reparado en que no importa a que hora o en que ocasión la vea siempre tiene su cabello impecablemente largo, lacio y lustroso. En esta ocasión la vi con el cabello más bello que nunca, tenía un rizo natural de anuncio de televisión. Cuando la chica salió a saludarme le dije "que bello tienes el pelo! nunca te había visto así", a lo que ella me contestó: "Mi pelo? horrible! es que me aun no me he pasado la plancha" Yo: "qué, si está más lindo que cuando lo tienes lacio, nena déjatelo así siempre". Ella: "¿tú estás loca?, yo odio mi pelo....mami!! dónde pusiste la plancha?.  La chica salió despavorida a alisarse el cabello.  Tengo hijos adolescentes por lo que me rodeo de muchas chicas y al leer este artículo que nos trae Teresita casi podía escuchar a algunas decir: "estoy gorda" "es que siempre tengo que maquillar mi nariz", "¿Falda? nena yo nunca uso tengo las piernas muy flacas" Muy blanca, muy bajita, muy alta, muy, muy.... 

Lean este editorial de Teresita, miren los videos incluidos y compártanlo en sus redes sociales, puede que alguien necesite saber que esto está ocurriendo más de lo que imaginamos y sobre todo que hay alternativas para trabajarlo. 

Isayma Morales/BuenavidaDigital 

 

Distorsión en la auto percepción


Cada vez son más las mujeres de 19 a 34 años que procuran tratamientos estéticos para la reducción de arrugas. A estas edades, ¿es necesario? ¿O podría ser la manifestación de otro problema?

El tema ya empieza a preocupar a los especialistas. La búsqueda obsesiva de la eterna juventud ha sido descrita como  un nuevo tipo de “anorexia”, por la doctora Virginia Sadock, profesora de psiquiatría de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York. “No matará de la forma en que lo hace  la anorexia, pero sus trastornos son representativos de una distorsión en la auto percepción. Además, reflejan una batalla continua por lograr la perfección que puede ser innecesaria y poco realista”.

¿Qué se esconde? 
Detrás del afán por realizarse procesos estéticos a edades tempranas podría esconderse un trastorno mental caracterizado por una preocupación excesiva y fuera de lo normal en torno a algún defecto percibido en las características físicas o en la imagen corporal, ya sea real o imaginado. Es la forma en que ha sido definido el trastorno dismórfico corporal (o TDC, por sus siglas), usualmente es influenciado por “la percepción que se tiene sobre la perfección o sobre lo que una persona cree que debe ser perfecto”, explicó el doctor Luis Caraballo, psicólogo clínico y profesor del departamento de psiquiatría del Recinto de Ciencias Médicas.
“Esta percepción distorsionada lleva a una serie de comportamientos como los ejercicios extremos y el constante recurrir a procedimientos estéticos. En la percepción distorsionada las personas piensan que algo malo ocurre con su físico cuando en realidad no es así”.
El TDC pertenece a un grupo de trastornos conocidos como somatomorfos, caracterizados por una serie de molestias que aquejan al paciente pero que no pueden ser explicadas desde un punto de vista orgánico. Los pacientes con frecuencia se quejan de síntomas físicos, pero niegan tener problemas psiquiátricos. “El defecto en el físico puede ser imaginado o un defecto existente, pero muy simple, que ellos lo ven agrandado”, afirmó el psicólogo y profesor.
 ¿A qué estar pendiente?  
Si eres padre o madre debes estar pendiente a algunas señales indicativas de TDC en tus hijos. “Usar excesivo maquillaje, en el caso de las niñas, o ropa grande para disimular el cuerpo en caso de ambos sexos, buscar continuamente aprobación, tocarse constantemente el área que ellos entienden no es normal o mirarse el área en el espejo”. Según el especialista, las personas que sufren de TDC  se  tornan “muy ansiosas y se deprimen debido a esta percepción errada. Piensan que están grotescos”.
 ¿Caso estético o psiquiátrico? 
La persona más indicada para estimar si un tratamiento estético es necesario o no es el propio médico, quien también deben estar pendiente a los síntomas asociados al TDC, particularmente si sus pacientes son excesivamente jóvenes. “Cuando los médicos, especialmente los especialistas en cirugía estética o dermatólogos que realizan estos procedimientos, comienzan a ver una conducta que no es normal o es excesiva, lo ideal es que los refiera a otro tipo de especialista para poder descartar un trastorno de salud mental”, señaló el doctor Caraballo.
 En ese sentido, el especialista opina de forma muy similar a  la doctora Sadock. Esta última afirmó que “no se trata de enjuiciar al paciente, pero sí se debe explorar si el deseo de someterse a un procedimiento estético está vinculado a la presión de grupo, a la influencia cultural o si son la manifestación de sentimientos negativos en torno a si mismos”,
 “Vivimos una vida muy superficial, la apariencia lo es todo”, aportó Caraballo. “El efecto de los medios, los anuncios y las novelas están contribuyendo, pero debemos pensar que estas personas que en ocasiones idealizamos no necesariamente son felices”. 
Una vez más, la conducta presente dentro del seno familiar es importantísima a la hora de prevenir situaciones que pueden ir en detrimento de la autoestima y la salud psicológica de los más jóvenes. “Si en la familia sólo se promueve resaltar el aspecto físico y corporal y no se trabaja en otros valores, es muy probable que este tipo de situaciones sucedan”, concluyó el doctor.